Nervios y fe en un ilusionante arranque de la Selectividad en Córdoba: "Ha sido un examen asequible"

Córdoba/Silencio absoluto en la sala. Tan solo el ruido de los folios y los bolígrafos derrochando tinta sobre el papel ha alterado el profundo reposo que se ha respirado durante toda la mañana en el salón de actos del edificio sur de la Facultad de Medicina y Enfermería de la Universidad de Córdoba (UCO). Este martes ha sido, para muchos, uno de los días más importantes de su vida: el inicio de la Prueba de Acceso a la Universidad (PAU) 2025 en toda Córdoba y Andalucía.

Más de 4.600 alumnos de la provincia de Córdoba (casi el 10% de los alrededor de 50.000 alumnos que hacen la prueba en toda Andalucía) deciden su futuro en estos exámenes que por primer año se realizan por competencias a nivel nacional. Es decir, esta Selectividad tiene exámenes más prácticos que dan mayor peso a la capacidad de reflexión con una penalización más severa por faltas de ortografía y no darán tanta preferencia en lo memorístico.

Con estas novedades, unos dos centenares de alumnos de los centros educativos de la zona Suroeste de la capital cordobesa han realizado en Medicina el primero de los exámenes, el de Lengua Castellana y Literatura. Nervios, seriedad, mucha concentración y alguna carcajada entre amigos para romper la tensión justo antes de entrar en el Aula Magna de la facultad a las 08:30 y demostrar que merecen estudiar la carrera de sus sueños.

El protagonismo sobre el papel lo ha tenido el poeta nicaragüense fallecido en 1916, Rubén Darío. Uno de sus textos ha sido el elegido para que miles de alumnos de toda España lo analicen de arriba a abajo en la parte más literaria del examen. También les ha tocado analizar las obras de El cuarto de atrás de la escritora española salmantina Carmen Martín Gaite y el clásico Árbol de la Ciencia de Pío Baroja (también cayó el año pasado), además de un texto periodístico correspondiente a una de las editoriales del diario El País.

"Ha sido un examen asequible, no muy difícil y de un nivel parecido al de años anteriores", ha señalado Raúl tras finalizar su prueba. A las puertas de la facultad de Medicina, este joven estudiante del instituto Villarrubia ha compartido sus impresiones sobre la prueba con sus amigos y compañeros de clase, Miguel y Javier. "Nos ha salido bien, para aprobar seguro que es lo importante", han señalado los tres.

Y es que Raúl, Miguel y Javier no necesitan mucha nota, ya que los tres quieren estudiar el grado de Ingeniería Electrónica Industrial en la Universidad de Córdoba y la nota de corte está en un 7,253. Ingeniería también quiere estudiar Mara, aunque será un doble grado de Civil e Ingeniería de Energía y Minas. Con tan solo un cinco de nota de corte, esta joven estudiante del instituto Séneca está convencida de que va a sacar su plaza.

"Me ha ido bien, iba tranquila. Al final no ha sido para tanto el examen", ha asegurado Mara sentada en la escalera que da al Aula Magna junto a otras dos compañeras de clase, Milo, que quiere hacer Enfermería en Salamanca, y Lucía, que hará Magisterio en la UCO. A ambas les ha ido la prueba "mejor de lo que esperaban", y eso que le tenían "miedo" concretamente a Lengua y Literatura, la asignatura que más se les atragantaba.

Hay quienes han apostado por llamar a la suerte con una vestimenta peculiar. Ha sido el caso de Ramón, alumno del instituto Zoco, quien se ha aferrado con fuerza a "la fortuna del Córdoba CF" y ha hecho su examen con la blanquiverde: "Los tres días de Selectividad voy a traerme una camiseta del Córdoba. Para mañana tengo una retro de mi padre de las que tenían la publicidad de Cajasur, ojalá me dé suerte para Matemáticas. Y para el jueves me pondré una de entrenamiento que tengo", ha explicado este joven que ha celebrado su 18 cumpleaños justo este martes. Menos mal que Lengua le ha ido "muy bien porque ha sido asequible".

No a todos les ha ido tan bien el debut en esta Selectividad de 2025. Un grupo de cinco jóvenes del instituto Alhaken II ha terminado contento, pero esperaba haberlo hecho algo mejor. "Regular. No nos esperábamos un texto periodístico", ha señalado una de las jóvenes, aunque su amiga no estaba de acuerdo con eso, ella sí esperaba el texto periodístico, lo que le ha parecido "rebuscada" ha sido la parte de la literatura.

Pese a la división de opiniones, todas confían en que van a sacar nota suficiente para estudiar la carrera de sus sueños: Laura quiere formarse en Medicina; Julia, en Informática; Jimena está preparada para estudiar Enfermería; Rosa cree que lo suyo es Química; y, por último, Noelia va con todo a por la doble de Administración de Empresas (ADE) y Derecho.

Centenares de alumnos han vivido en el primero de los tres días de la Selectividad en la facultad de Medicina de la UCO una jornada de nervios, incertidumbre e ilusión. También algunos docentes, encargados de tranquilizar a sus alumnos y de mantener un control entre examen y examen. Es el caso de Juan Antonio Molina, profesor de Historia en el instituto Medina Azahara, que no ha parado de ir de un lado a otro supervisando que estuviese todo bien y preocupándose por sus pupilos.

"Estoy aquí para solucionar cualquier problema, hacer que no se les olvide ningún documento y mediar entre los alumnos y la universidad", ha señalado Juan Antonio, que repite por segundo año consecutivo en la Selectividad: "A ver si salimos igual de bien que el año pasado. Los exámenes van a ser más complicados porque buscan que bajen las notas de corte, pero, pese a ello, mis alumnos dicen que no lo han visto tan difícil y que es asequible", ha recordado tras la celebración del examen de Lengua.

Pese a la preparación, los nervios juegan malas pasadas en muchas ocasiones. Pero lo hecho, hecho está. Y tras los 90 minutos de la primera prueba de la PAU, a las puertas del centro, los alumnos han hecho tiempo hasta las 11:00, hora del arranque de las pruebas de Historia de España o Filosofía. "Que no caiga ni Descartes ni Nietzsche, solo pido eso", ha deseado una alumna a minutos de entrar al segundo examen de la jornada. Todavía queda un largo camino lleno de sorpresas y, a buen seguro, de alegrías ante un futuro prometedor para todos.