Jesús Fernández toma posesión como obispo de Córdoba: "Soy el servidor de todos"

El nuevo máximo responsable de la Iglesia cordobesa pide a los laicos trabajar "a favor de derechos humanos básicos como el derecho a la vida, el trabajo digno, a la vivienda, a la libertad religiosa y a la educación de vuestros hijos"

Así ha sido la ceremonia en la Santa Iglesia Catedral

El nuevo obispo de Córdoba, Jesús Fernández
El nuevo obispo de Córdoba, Jesús Fernández / Luis Navarro

Córdoba/La Diócesis de Córdoba entra en una nueva etapa. Jesús Fernández es ya el nuevo obispo, tras su toma de posesión en una magna ceremonia que se ha celebrado en la Santa Iglesia Catedral y que ha reunido a más de una treintena de prelados y a Roman Walczak, representante de la Nunciatura Apostólica. Un nuevo pastor para la Diócesis de Córdoba que sustituye en el cargo a Demetrio Fernández, que se ha convertido ya en obispo emérito tras pasar tres lustros al frente de la Iglesia en Córdoba.

Una ceremonia que ha comenzado a las 10:15, cuando Jesús Fernández ha salido desde el Seminario San Pelagio hacia la Catedral. La comitiva se ha presentado ante la principal Iglesia de la Diócesis acompañado por el arzobispo de Sevilla, José Ángel Saiz, que por pertenecer Córdoba a la provincia eclesiástica de Sevilla es el prelado que le ha dado posesión de la Cátedra, apenas una hora después. Una comitiva de la que también han formado parte los cardenales Carlos Osoro y Rouco Varela, además de los seminaristas de la Diócesis y propio el arzobispo de Sevilla, como arzobispo metropolitano, hasta la Puerta del Perdón, donde ha sido recibido por el Cabildo Catedral. En este punto, Jesús Fernández ha realizado la profesión de fe y ha prestado juramento antes de dirigirse a la Capilla de la Inmaculada para adorar al Santísimo y revestirse en la Capilla del Cardenal para comenzar la celebración de la misa, en la que han participado 80 sacerdotes y más de 3.000 personas.

A continuación y, tras unas emotivas palabras de despedida de Demetrio Fernández, Jesús Fernández, se ha sentado en la Cátedra como nuevo obispo de Córdoba. En el interior del principal templo de la Diócesis ha resonado un largo aplauso entre los centenares de asistentes, mientras que las campanas de la Catedral han repicado con gozo durante varios minutos.

En ese instante, ha comenzado la misa oficiada por el ya nuevo obispo de Córdoba, cuyo lema es "Evangelizar a los pobres" y, así lo ha puesto de manifiesto en su primera homilía desde la silla de Osio, en la que ha dado pistas de cómo será su trabajo al frente de la Diócesis y también sus prioridades.

"Tengo que reclamar que soy el servidor de todos. Expropiado de mí mismo, me comprometo a hacer todo para todos. Este es mi deber y esta será también mi gloria. Cuento con la colaboración inmediata y entregada de los sacerdotes, sin los que el obispo nada será, nada podrá", ha dejado bien claro en su homilía, en la que ha hecho referencia a las cofradías y hermandades "extendidas a lo largo de la Diócesis" y que "son depositarias de este misterio".

El nuevo prelado también ha aludido al contexto actual de la Iglesia sinodal y, es por ello, que ha señalado que espera "la colaboración tanto en el discernimiento como en la toma de decisiones en el modo en que la propia Iglesia contempla". No se ha olvidado de la vida de los monjes contemplativos, que en Córdoba cuenta con una nutrida presencia. "Con su vida dedicada a Dios y con su oración, nos ayudarán a caminar libres hacia la meta soñada, el tesoro por el que merece la pena dejarlo todo", ha anotado.

Un momento de la ceremonia
Un momento de la ceremonia / Luis Navarro

Otro de los aspectos a los que ha hecho referencia es a la labor misionera de la Iglesia y ha recordado que San Juan Pablo II ya recogió en la encíclica Redemptoris Missio que el anuncio del Evangelio a los que están alejados "es la tarea primordial de la Iglesia". "También el Papa Francisco ha hecho un esfuerzo importante por poner a la Iglesia en salida. No vale permanecer encerrados entre las cuatro paredes del templo. Al igual que los discípulos de primera hora con la llegada del Espíritu Santo salieron a proclamar el Evangelio de Jesucristo a los cuatro vientos, nosotros estamos llamados también a hacer resonar la buena noticia en todos los rincones de la tierra", ha subrayado.

Derecho a la vida y al trabajo digno

Ante la falta de vocaciones sacerdotales, aunque en el caso de la Diócesis de Córdoba no es así, el obispo ha aludido al importante y "decisivo" papel de los fieles laicos en la evangelización misionera "de forma asociada a través de las numerosas instituciones eclesiales de nuestra Diócesis o de forma individual, y a estructurar este mundo según los planes y guiar la vida espiritual de cada persona y la piedad popular, sino también una herramienta social".

En este punto, les ha pedido un compromiso "tal como nos ha recordado el Papa León desde el principio de su cuantificado" y es donde ha puesto de manifiesto otro de los ejes de su ministerio. "Cumplidores de vuestros deberes cívicos y religiosos, trabajad a favor de derechos humanos básicos como el derecho a la vida, el trabajo digno, a la vivienda, a la libertad religiosa y a la educación de vuestros hijos de acuerdo con vuestras propias condiciones", ha subrayado, al tiempo que ha añadido "vivid también la caridad en la función pública a través de un modo justo de gobernar que atienda al bien común, favoreciendo una cultura del diálogo y del encuentro y el cuidado del medio ambiente".

El nuevo obispo antes de llegar a la Catedral
El nuevo obispo antes de llegar a la Catedral / Luis Navarro

Dentro de este contexto, ha incidido en la necesidad de apoyar "a los pobres, los frágiles, los excluidos". "Para todo lo que tenga que ver con el bien común, podéis contar siempre con el apoyo de nuestra Iglesia", ha reseñado. También ha considerado que el analfabetismo religioso es "un problema", por lo que "la formación debe constituir un reto".

En el Año de la Esperanza, ha recordado al Papa Francisco que nos urgió a ser "peregrinos de la Esperanza" y ha aludido a “una cultura propensa a ocultar a Dios y a concebir al hombre como un ser autosuficiente que reduce la llamada de Dios a una respuesta libre de hipotecas y oculta la vocación originaria y auténtica que supone tener a Dios como amigo, que nos quiere plenamente felices y nos da la clave para no equivocarnos de camino: amar cumpliendo los mandamientos". "El lazo que nos une al Señor es el amor, un amor convertido en consuelo que no es una corazonada ni pasión pasajera, sino una ofrenda de vida por nosotros que se actualiza en la eucaristía y nos capacita para un amor desinteresado capaz incluso de dar la vida por los hermanos", ha expuesto.

Al término de la misa, a la que han acudido numerosos representantes institucionales, el obispo ha hecho la acción de gracias, en la que se ha emocionado durante unos instantes, lo que ha hecho que los asistentes a la eucaristía le hayan dado un sonaro aplauso. En este momento, Jesús Fernandez ha dado las gracias a Dios "por el bien que me ha hecho y el perdón que me ha ofrecido". También ha aludido al hecho de que su nombramiento fue hecho por el Papa Francisco, mientras que el actual sumo pontífice, León XIV fue quien presentó su candidatura para ser obispo. "Alguien me ha dicho que me da galones por ser nombrado por dos papas", ha confesado, tras lo cual ha dado la bendición final.

Jesús Fernández, que hasta ahora ha sido obispo de Astorga (León), es el octogésimo segundo titular de la Diócesis cordobesa, desde que Lope de Fitero la restaurara en el siglo XIII.

stats
OSZAR »