Nueve de cada diez alumnas de la UCO tienen miedo a sufrir una agresión sexual cuando salen de fiesta
Encuesta
Un 20,6% considera que, si una mujer ha ingerido sustancias de manera voluntaria, también es responsable de un posible abuso sexual
Ocho de cada diez alumnos creen que "cuando la mujer dice no, en el fondo quiere decir sí”

Córdoba/El 90,1% de las alumnas de la Universidad de Córdoba (UCO) reconoce tener miedo a sufrir violencia sexual durante las salidas nocturnas. Es demoledor dato de la encuesta realizada por las investigadoras por las investigadoras Mercedes Osuna y María Isabel Amor, incluida en un estudio de percepción de estudiantes sobre agresiones sexuales en contextos de ocio.
La encuesta se ha realizado a más de mil estudiantes de todas las titulaciones de la institución académica, tanto de grados como de másteres, y pone de manifiesto creencias y afirmaciones por parte del alumnado joven muy llamativas a nivel social. Doctora en Filología Inglesa, Mercedes Osuna ha asegurado a El Día de Córdoba que los resultados de esta encuesta saldrían iguales si se hubiera hecho en cualquier otra universidad del país "desgraciadamente". Es más, ha reconocido que los resultados dan "una foto fija de la ciudadanía actual que en el futuro va a tener el poder".
En concreto, el cuestionario parte de una revisión de la literatura y de investigaciones anteriores de autores especialistas en esta materia, y aborda una serie de dimensiones a través de 64 ítems, todos relacionados con la percepción del alumnado, la opinión y las conductas concernientes a la agresión sexual en espacios de ocio. Este periódico ha tenido acceso a los resultados más destacados del estudio y, entre ellos, se recoge que el 83,6% considera que el ocio nocturno conlleva un mayor nivel de inseguridad. Al analizar por sexos, esta percepción es más acentuada en las mujeres (86,7%) que en los hombres (72,6%), evidenciando una mayor sensación de vulnerabilidad entre las mujeres en estos contextos.
El 77,1% de los encuestados manifiesta preocupación por sufrir violencia sexual durante las salidas nocturnas. Este temor es significativamente mayor en las mujeres (90,1%) frente a los hombres (32,3%), lo que refleja la desigual distribución del miedo y la amenaza percibida.
La encuesta también incluye preguntas sobre la opinión social sobre el consumo de sustancias. En este caso, solo el 32,3% considera que la opinión social sobre el consumo de alcohol y/o drogas es igual para hombres y mujeres: las mujeres perciben mayor desigualdad (solo el 28,3% cree que es igual), mientras que el 50,8% de los hombres piensa que sí hay equidad en este aspecto, evidenciando una brecha de percepción clara entre sexos.
En el caso de la normalización de comportamientos según el sexo, el 82,2% opina que la imagen de un hombre borracho está más normalizada que la de una mujer. Esta idea es más compartida por mujeres (85,6%) que por hombres (70,7%), lo cual señala la persistencia de estereotipos de género en el comportamiento aceptado en espacios de ocio.
Justificación de la violencia sexual
Por su parte, un 15,2% considera que el aumento del consumo de alcohol y drogas por parte de mujeres explica la violencia sexual hacia ellas en el ocio nocturno. Aunque es una minoría, las autoras reconocen que "es preocupante", especialmente porque esta opinión es más común entre hombres (22,9%) que entre mujeres (13,1%).
Además, el 12,6% cree que las mujeres deben asumir los riesgos de ser agredidas sexualmente si salen de fiesta. Esta creencia también es más común en hombres (16,9%) que en mujeres (11,2%), lo cual muestra una preocupante normalización de la violencia en ciertos sectores.
Violación mediante sumisión química
El 75,5% de los alumnos de la UCO cree que la mayoría de los casos de sumisión química se dan por administración encubierta de sustancias. Así lo consideran el 77,5% de las mujeres, mientras que un 22,5% creen que es por consumo voluntario. En el caso de los hombres, el 68,2% sostienen que es por administración encubierta y 31,8% por consumo voluntario. Esto muestra una mayor tendencia en hombres a responsabilizar indirectamente a la víctima. Además, un 6,5% defiende la idea de que una relación sexual forzada está justificada si la mujer está bebida o drogada. Aunque es una minoría, destaca que esta creencia es más común en hombres (9%) que en mujeres (5,7%).
Solo el 18,8% cree que los espacios de ocio son igualitarios. Nuevamente, la percepción de igualdad es mayor entre hombres (21,9%) que entre mujeres (17,7%), lo cual refuerza la visión de las mujeres sobre la desigualdad en estos entornos.
Otro de los datos incluidos y que ya avanzaron las autoras del estudio es que el 81,1% ha oído la frase "cuando una mujer dice no, en el fondo quiere decir que sí". Este porcentaje es muy alto, y más aún entre mujeres (84,7%) que entre hombres (67,4%), reflejando la persistencia de mitos peligrosos sobre el consentimiento.
Actitudes ante el consentimiento
El 2,1% admite estar dispuesto a mantener relaciones sexuales con una persona incapacitada por sustancias, con mayor prevalencia en hombres (4,5%) que en mujeres (1,4%). Aunque es un porcentaje bajo, resulta alarmante por su gravedad.
Por su parte, un 20,6% considera que, si una mujer ha ingerido sustancias voluntariamente, también es responsable de un posible abuso sexual. Esta idea es significativamente más compartida por hombres (30,9%) que por mujeres (15,3%), lo cual refleja una visión revictimizante más extendida entre los varones.
Otro de los datos del estudio es que el 1% cree que la ropa provocativa justifica una agresión sexual: tanto mujeres (0,8%) como hombres (1%) comparten este punto de vista en niveles similares.
Conocimiento sobre violaciones en contexto de ocio
La encuesta señala también que el 62,3% cree que más del 70% de las violaciones denunciadas ocurren en contextos de ocio y consumo de sustancias, lo cual refleja una conciencia extendida sobre la gravedad del problema.
Por su parte, el 62,9% considera que el agresor en estos casos suele ser un desconocido. Esta creencia es más común en hombres (70,1%) que en mujeres (60,8%), lo que podría indicar una falsa sensación de seguridad en relaciones cercanas o conocidas.
Ante estos resultados, ambas investigadoras aseguran que las mujeres muestran mayor percepción de inseguridad, preocupación por la violencia sexual y conciencia sobre las desigualdades en el ocio nocturno y aseguran también que persiste una visión revictimizante en parte de la población, especialmente entre los hombres.
Otro de los aspectos a los que aluden es la existencia de mitos y estereotipos profundamente arraigados sobre el consentimiento, el rol de la víctima y la normalización del comportamiento masculino en contextos de ocio. "Si bien la mayoría condena la violencia sexual y reconoce su gravedad, todavía hay un porcentaje preocupante que justifica o relativiza la agresión bajo ciertas circunstancias", concluyen.
También te puede interesar
Lo último