CCOO y UGT llaman a la huelga a los trabajadores del metal de la provincia de Cádiz ante la falta de acuerdo con Femca para el convenio
Los sindicatos presentan una propuesta de convenio final a la patronal cuya respuesta "no cumple con las necesidades que debe contemplar"
Se barajan los días 17 y 18 de junio para el paro que podría ser indefinido a partir del día 23
El sector del metal de Cádiz negocia un nuevo convenio con subidas salariales en torno al IPC

Cádiz/Comisiones Obreras (CCOO) y UGT llaman a la huelga a los trabajadores del sector del metal de la provincia de Cádiz, una pasa laboral que se sitúa en torno a las 24.000 o 25.000 personas, concentradas en gran medida en la Bahía de Cádiz y en el Campo de Gibraltar. Ambos sindicatos consideran que se ven abocados a esta convocatoria, pendiente de confirmar, ante la respuesta de la patronal (Femca) a su propuesta de convenio colectivo. El parón de la actividad podría convertirse en indefinido, según el planteamiento que ya hace UGT.
CCOO tratará la situación con sus delegados y delegadas en una asamblea que ha fijado para el viernes 6 de junio. "Hemos ido informando de cómo iban las negociaciones, pero tenemos que exponer la importancia de la parte social", explica Pedro Lloret, secretario general de la sección de Industria del sindicato en la provincia gaditana. En el caso de UGT hoy -miércoles 4 de junio- han mantenido reunión con sus representantes en las empresas del sector para trasladarles la falta de avances, "la respuesta de Femca no es favorable", como ya tuvieron la semana pasada, y plantear las opciones de movilizaciones, que deben consensuar entre ambas entidades. "Nuestra propuesta será ir a la huelga los días 17 y 18 de junio, y a partir del 23 que sea indefinida", advierte Antonio Montoro, secretario de UGT FICA.
Los sindicatos plantearon una propuesta conjunta final de convenio a la patronal, tal y como estas les había demandado, que en la jornada de hoy ha sido contestada con una contrapuesta en la que no se recogen las principales reivindicaciones. "No nos satisface", apunta Montoro. Entre las cuestiones en las que no hay acuerdo está la eliminación de lo que los responsables sindicales consideran "doble escala salarial" referida al cobro o no del plus de tóxico. "En 2013 se firma un convenio donde hay un complemento, que equivale a la primera circunstancia de plus de tóxicos, de unos 140 euros, para que lo cobre toda la plantilla, todo el personal fijo y temporal. Pero es un acuerdo, en época de crisis, que se fija para quienes están vigentes en ese convenio. Todo el que entra nuevo a partir de 2014 no lo cobra. Han pasado 11 años y creemos que hay una discriminación, gente con la misma categoría con una diferencia mensual en la nómina de 180 euros actualmente", detalla al respecto Lloret. Por eso quieren que todos los trabajadores empiecen a recibirlo, aunque no sea a la vez, pero sí durante la vigencia de convenio. "Entendemos la postura de Femca hasta cierto punto. Tienen problemas con el plus de tóxico penoso, pero hay una ley sobre los coeficientes reductores y entendemos que somos un sector que tenemos que estar acogidos. Por eso hay que hablar sí o sí", insiste el responsable de UGT. "Después del último convenio en el que no se pudo conseguir, defendemos que este tiene que ser social y solidario y esto debe estar", añade el dirigente de CCOO Industria.
Tanto CCOO como UGT reclaman que una regulación "justa" para el personal fijo discontinuo, "un filón para el empresario, que le ayuda a manejar la plantilla, bailoteando con la carga de trabajo", comenta Lloret. Aunque entienden que esta figura no se puede eliminar, a pesar de que creen que no tiene cabida en el sector, no hay consenso con Femca al respecto. "Les hemos hecho una propuesta, que se ha ido modificando, pero ya creemos que hasta aquí se ha llegado, y la patronal no la acepta".
Entre los problemas del sector, está la acumulación de encargos en cierta época del año y los plazos cortos de entrega lo que provoca una sobrecarga de trabajo, que conllevan un número de horas extraordinarias "demencial". "Se trabaja a dos turnos, donde caben tres turnos. Si la fecha de entrega está muy ajustada hay que retrasarla, porque no puede ser a costa de la salud del trabajador", se queja Pedro Lloret.
Los sindicatos también exigen que la aplicación de la subida salarial en función del IPC se haga con carácter retroactivo a 1 de enero de 2024, porque ese año solo se aplicó una mejora del 1,71%, algo a lo que la patronal se niega. "La subida salarial debe estar vinculada al IPC y tener en cuenta los atrasos correspondientes", deja claro Antonio Montoro. A esto se suma la petición de una literatura mejorada para el tema de las incapacidades temporales.
"Hemos intentado durante todos estos meses que Femca comparta la necesidad de este convenio, que no solo debe de recoger las cuestiones económicas, sino las cuestiones sociales, que no pudimos acordar en el anterior convenio, pero ha sido imposible", lamenta Lloret. Desde UGT, que adelanta la opción de que la huelga sea los días 17 y 18 de junio, y de que a partir del 23 se convierta indefinida, dejan claro que hay margen de negociación y de mantener nuevas reuniones con la patronal -han sido 18 meses de encuentros, los dos últimos en mayo- para alcanzar un convenio colectivo nuevo. "Tenemos margen, estará la opción del Sercla, todo lo que la ley contempla, para que la patronal sea consciente de las cesiones que hacen los trabajadores, que son importantes para llegar a un acuerdo bueno para todas las partes", finaliza el secretario general de UGT FICA en Cádiz.
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