La feliz vuelta del aceite de oliva a las despensas

23 de junio 2025 - 05:05

Parecería que cada proceso inflacionista, al final, deja un nuevo capítulo del serial “Lo que el viento se llevó”, ya que, al cesar o ser vencido, los precios no suelen volver a su nivel anterior, sino que se mantienen generalmente en las magnitudes alcanzadas tras la subida. De esta forma, aquellos productos y servicios cuyos precios se hayan incrementado significativamente más que las rentas de las economías domésticas irán perdiendo peso en la cesta de la compra, al ser sustituidos por aquellos otros que han sufrido procesos deflacionistas, como, por ejemplo, en los últimos 25 años, el turismo, los electrodomésticos o la ropa.

Si nos centramos en la última etapa de alza de precios, que empezó en el segundo semestre de 2021 para intensificarse tras el inicio de la guerra de Ucrania en 2022, es fácil concluir que fue especialmente cruel con muchos de los ingredientes de la dieta mediterránea, desde las frutas y las verduras, pasando por los lácteos o el aceite de oliva. Todo ello convirtió en una experiencia gourmet el tomarse un vaso de gazpacho preparado en casa con unas rajas de sandía, es decir, lo que era, en el siglo pasado, la comida de las clases con menos poder adquisitivo durante el estío que ahora comienza.

Este no es un tema baladí, ya que a la dieta Mediterránea, declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, se le atribuye, entre otros factores, la mayor esperanza de vida alcanzada en los países mediterráneos, desde Portugal a Grecia, frente a otros países occidentales con mayor nivel de renta, como Alemania, o Reino Unido, pasando por Estados Unidos.

Afortunadamente, el brutal encarecimiento del aceite de oliva que experimentamos se debió, en gran parte, a la sequía. Una vez reestablecido, con abundancia, el régimen de lluvias, y al multiplicarse la producción de los olivos, especialmente en su eficiente variedad intensiva, estamos viviendo un fuerte proceso de deflacionista en su precio. Ahora, las economías domésticas pueden acceder a ofertas en torno a 4€ el litro para su variedad de oliva virgen extra, un verdadero elixir de juventud por su riqueza en grasas monoinsaturadas y antioxidantes, por el que se llegó a pagar más de 10€. La fuente de la juventud, que buscaron allende los mares conquistadores españoles, como Ponce de León, estaba en casa. Lamentablemente, el precio de la sandía sigue con Escarlata O'Hara y Rhett Butler.

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