El viernes de Feria en Córdoba: la antesala del final con el calor intenso como protagonista
Mayo Festivo
Miles de personas vuelven a El Arenal, en una jornada marcada por las altas temperaturas y un ambiente familiar
Las mejores imágenes del viernes de Feria

Córdoba/Hace calor en Córdoba y, en El Arenal se nota, y mucho. Las ganas de Feria en su penúltimo día de celebración no son tan elevadas como en las primeras jornadas, pero aun así han sido miles de personas las que han acudido este viernes en el que no hay clases, la mayoría de las empresas y tiendas han cerrado a la hora de la comida y ya no hay que volver a trabajar hasta el lunes de la semana que viene. Hay quien, por otra parte, aprovecha estos últimos días de la Feria de Nuestra Señora de la Salud para poner tierra de por miedo y marcarse un viaje a las cercanas playas malagueñas, o a otro destino – los más afortunados, claro- y no regresar al recinto ferial hasta dentro de doce meses.
Así las cosas, la actividad en El Arenal ha continuado este viernes una jornada más, en la que el cansancio entre los camareros, cocineros y personal que trabaja en alguna de las más de 80 casetas va pesando. “Son muchos días”, reconoce la mayoría. No en vano, ha pasado ya una semana desde que los dos millones de puntos led se encendieron el recinto. A pesar de ello y, con una sonrisa en la cara Juan Romero, encargado de la caseta Casa Galicia, ha señalado a El Día de Córdoba que la de esta jornada también "es muy bonita", aunque el final ya está cerca. "Estoy contento de ver el final, pero la procesión va por dentro", ha reconocido.
Pulpo a la gallega y frituras de pescado son los platos que más salen de la cocina de esta caseta en primera línea de la Feria, a la que no ha parado de llegar público de todas partes para disfrutar de estas viandas gallegas. Y es que, según ha contado Romero, tienen también un restaurante en el polígono de Las Quemadas y muchos de sus clientes "nos han hecho reservas para venir a comer a la Feria".
Sin renunciar a disfrutar de la fiesta, un día más, han acudido Paola Sanz, junto a sus amigas María José Jiménez y Enma Alonso. Vestidas con coloridos trajes de flamenca y, “con mucho calor” el trío ha decidido pasar este viernes feriado “en plan tranquilo”. “Hemos quedado con otras amigas para comer y luego nos iremos de casetas”, ha explicado Paola, mientras esperaba impaciente al resto del grupo bajo la inmensa portada de la Feria, que bien hace sus funciones de sombra para el que llega. A su juicio, la jornada del viernes es “más tranquila porque hay menos gente que durante la semana y, por eso, nos gusta más”.
Sin sombras en El Arenal
En esta recta final de la Feria de Nuestra Señora de la Salud, la actividad no ha cesado en ningún momento, aunque a primera hora ha ido más al ralentí. A la hora del almuerzo, han sido numerosas las familias que han llenado las casetas para disfrutar de una comida con los suyos y al resguardo del insoportable calor que se ha registrado este viernes y que ha puesto, de nuevo, en evidencia la falta de sombras de las que adolece El Arenal. Y es que, no ha resultado extraño ver caminar a numerosas personas casi en fila india buscando el refugio de la escasa sombra que dan las casetas, ya que sobre el albero y a pleno sol era casi imposible permanecer más de cinco minutos seguidos.
Recibiendo a los comensales de la caseta Peña Club Calerito se encontraba Alberto Blanco, uno de sus camareros. "Aquí viene sobre todo público cordobés, pero también senegaleses a cenar por la noche, chinos, coreanos... hay una gran variedad", ha especificado. A pesar del intenso calor de la jornada, Blanco ha subrayado que este último viernes "esperamos una pasada de gente". Nacido en Albacete, pero residente en Ibiza, también ha reconocido que el trabajo va pesando ya porque "nosotros no empezamos el viernes de la semana pasada, sino mucho antes con el montaje de la caseta".
También ha puesto de manifiesto la variedad del público que visita la Feria de Córdoba y ha considerado que si hay una palabra con la que se puede definir es con la de "arte; puedes ir a otras ferias como la Sevilla, pero los cordobeses son únicos y la Feria de Córdoba, pienso, que es para todo el mundo".
Por su parte, la penúltima jornada de Feria en la caseta La Castañuela se presentaba, en cuanto a comidas y cenas, "más tranquilo", según ha indicado Álvaro Vázquez, dueño del catering Lentisco, que sirve en este recinto. "Hoy se presenta, a priori, una cosa más tranquilita, porque para los socios los días más fuertes han sido hasta el miércoles", ha reseñado mientras ponía orden a las mesas y daba cuenta de que no faltara ningún detalle. También él ha reconocido que ya hay algo de cansancio "porque son muchas horas las que está abierta la caseta y son muchas cosas las que hay que trabajar". En este tipo de casetas, ha continuado, "tenemos comida a la carta y bastante amplia; los socios te exigen calidad". En esta línea, ha aseverado también que "la actividad no descansa, se cierra y a las pocas horas estás ya de vuelta para empezar de nuevo".
Álvaro también tiene su propia definición para la Feria de Nuestra Señora de la Salud: "A mí personalmente me gusta porque dentro de la privacidad que puede tener algunas casetas, hay libertad y se puede entrar cualquiera". Además, no ha perdido la oportunidad de señalar que cada año que pasa "las casetas son más bonitas, hay más decoración, se invierte más y va mejorando". "Antes todo el mundo comía fuera y venía a la Feria a beber. Ahora todas las casetas, o la mayoría, tienen todos los días lleno de reservas, porque a la gente le gusta venir a comer".
Sea como sea y guste lo que guste, lo que es una realidad es que la Feria de Córdoba apura ya sus últimas horas y, muchas personas, han aprovechado para disfrutar de esta penúltima jornada de fiesta grande en El Arenal.
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