Los aranceles al cine rodado en el extranjero, otro reflejo de la caída en desgracia de Hollywood
La amenaza expresada por Donald Trump pretende salvar una industria que lleva décadas tratando de mantenerse a flote.
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La amenaza de un arancel del 100 % a las películas producidas en el extranjero sacude los cimientos de Hollywood, una industria que lleva décadas tratando de mantenerse a flote ante el éxodo de colosos del entretenimiento, deudas millonarias y pérdida de atractivo.
Aunque la Casa Blanca puntualizó que no hay una decisión firme al respecto y todavía resulta incierto el dibujo del nuevo Hollywood que plantea el presidente Donald Trump, su aviso ha evidenciado que algo hay que hacer para revitalizar la industria.
Y es que Hollywood lleva años caído en desgracia. A pesar de los esfuerzos del estado de California por bombear una de sus arterias económicas, dos hechos históricos han empeorado su estado de salud en los últimos cinco años: la pandemia y las huelgas, sin mencionar la inteligencia artificial.
La industria del cine y la televisión pasó de representar en 2013 un 64 % de la esfera del entretenimiento en el condado de Los Ángeles a un 52 %, de acuerdo con un informe de Otis College of Art and Design en mayo del año pasado.
La industria no levanta cabeza y aunque el cine estadounidense repuntó sus ingresos un 15,8 % con respecto al año pasado, con los recientes éxitos en taquilla de Minecraft, Thunderbolts o Sinners, según datos de Variety, Hollywood está lejos de su idílica imagen de bienestar.
Los rodajes de películas y series de televisión en Los Ángeles se redujeron de enero a marzo un 22,4 % interanual motivado por “un descenso global de la producción y la intensificación de la competencia”, según el último informe de FilmLA, la oficina encargada de gestionar los permisos de grabación en la ciudad californiana.
Tampoco se salvan los estudios, que gastaron 11.300 millones de dólares en producciones en el segundo trimestre de 2024, una caída del 20 % con respecto al mismo período de 2022, reflejando así “una desaceleración de la actividad del sector”, apuntó el estudio de producción digital Entertainment Partners en un documento.
El artífice detrás de la bomba que dejó caer Trump el pasado domingo resulta ser Jon Voight, padre de Angelina Jolie y ostentador del título de embajador especial de EE UU para Hollywood. Junto a Mel Gibson y Sylvester Stallone, lidera la titánica tarea de recuperar el negocio del cine en plena crisis del sector. Pero la propuesta ha causado rechazo en el mismo sobre todo porque unos aranceles “destrozarían la industria del audiovisual a nivel global y también en EE UU”, dice a EFE la productora de cine española Mireia Vilanova, residente en Los Ángeles.
“Los grandes estudios no producen sus películas en países extranjeros porque quieren, sino porque es una necesidad financiera, dado que hay otros territorios que tienen incentivos fiscales mucho más atractivos”, sostiene.
La entrada en vigor de gravámenes incrementaría el precio de los proyectos y podría provocar una reducción de las producciones y por lo tanto “menos puestos de trabajo, tanto para los países extranjeros como para los propios estadounidenses que trabajan en estas producciones, que en muchos casos crean cientos de puestos”, explica Vilanova.
"Si Disney no rueda en California porque es caro, el arancel no va a hacer que vuelva”, dice la productora Mireia Vilanova
La posible aplicación arancelaria estira el conflicto entre el gobernador de California, el demócrata Gavin Newsom, y Trump, eternos rivales políticos y con instrumentos para atajar esta crisis completamente opuestos.
Newsom se mostró firme ante el asomo del mandatario estadounidense: “No tiene autoridad para imponer aranceles”, declaró en boca de su asesor principal de comunicaciones, según recogió Deadline.
El gobernador de California lleva meses tratando de combatir el éxodo de producciones con una inversión millonaria en incentivos fiscales para atraer a productoras como Netflix, que ha migrado a otros estados como Nuevo México para expandir sus estudios y rodar escenas de superproducciones como Stranger Things.
“Si lo que quiere la actual administración es recuperar estos rodajes lo que tendría que hacer es mejorar el sistema de incentivos fiscales a nivel federal, no encarecer toda la producción global”, indica por su parte Vilanova.
“Si Disney no está rodando en California porque es muy caro, imponer un arancel en las producciones rodadas en el extranjero no hará que la producción vuelva, simplemente reducirá la producción o usarán herramientas de inteligencia artificial, algo que también destruye puestos”, sentencia.
Fernando León de Aranoa: “Si la medida es recíproca, EEUU tiene mucho que perder”
El ministro de Cultura, Ernest Urtasun, ha convocado a representantes del sector cinematográfico español para abordar “conjuntamente” posibles respuestas al arancel del 100 % sobre el cine extranjero que llegue a Estados Unidos, tal y como anunció el domingo Donald Trump. Fuentes del Ministerio de Cultura indicaron que desde el pasado lunes el departamento de Urtasun está estudiando qué supondría para el cine producido por empresas españolas la imposición de un arancel como el avanzado por Trump.
El cineasta Fernando León de Aranoa tachó este martes de “surrealista” que Donald Trump pretenda imponer aranceles del 100 % a las producciones cinematográficas extranjeras y remarcó que le parecería “estupendo” que se estableciera una reciprocidad en la que Estados Unidos, opinó, llevaría todas las de perder.
“Saldríamos ganando seguro. La enorme mayoría del cine que se consume en España es anglosajón, mientras que allí ya son enormemente proteccionistas y es muy difícil acceder a su mercado, por ejemplo prohíben por ley el doblaje de películas”, destacó el director en una entrevista con agencias de prensa con motivo de la publicación de su libro de cuentos Leonera (Seix Barral).
Aunque admitió que no conocía la noticia y aseguró desconocer sus matices, defendió que si en España, Francia o Italia se impusieran aranceles del 100 % a las películas estadounidenses “tendrían mucho que perder”.
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