Iberoamérica demanda a España inversiones que generen empleo
Promover alianzas público-privadas e implicar a todos los actores en el desarrollo y en la defensa de las empresas resulta fundamental
Iberoamérica y Europa estrechan lazos para fortalecer sus tejidos empresariales

Sevilla/Europa busca redefinir su papel en el mundo y lo hace mirando al otro lado del Atlántico. La conexión con Iberoamérica se perfila no solo como una oportunidad económica, sino como una alianza estratégica basada en valores compartidos, cultura común y retos complementarios. En Sevilla, el VIII Congreso Iberoamericano ha servido para reforzar ese mensaje: el futuro europeo no se entiende sin una Iberoamérica fuerte, conectada e integrada.
La presidenta del CEAPI, Núria Vilanova, fue la encargada de dar la bienvenida a la primera jornada de trabajo del VIII Congreso Iberoamericano, que se celebra estos días en Sevilla. En un discurso marcado por la emoción y la visión de futuro, recordó que Sevilla, donde empezó todo, era el lugar idóneo para conmemorar el décimo aniversario de la organización. Vilanova repasó algunos de los hitos más destacados de este año conmemorativo, como la entrega conjunta de la Medalla de Honor de CEAPI a Felipe González y José María Aznar -a petición de los propios protagonistas- o el encuentro empresarial que contó con la presencia del Rey Felipe VI en Granada, rodeado de empresarios iberoamericanos.
Mirando al futuro, adelantó que el Congreso pone el foco en la nueva generación de líderes, incluyendo a los hijos e hijas de los socios de CEAPI, a quienes se les invita a integrarse en el Consejo. En esta línea, la presidenta anunció que el trabajo sobre los family office será uno de los ejes clave del nuevo ciclo. Con un mensaje cargado de convicción, Vilanova subrayó que este es el momento de fortalecer la alianza entre ambos lados del Atlántico. “Estamos convencidos de que es el momento del despertar de Europa y de potenciar la unión con Iberoamérica”, señaló. Y remató con el lema que guía esta edición del Congreso: “Creer, crear y crecer con Iberoamérica”.
Andalucía, un socio sólido
El presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, fue el encargado de inaugurar oficialmente la jornada de trabajo del VIII Congreso Iberoamericano, con un mensaje centrado en el papel estratégico de la comunidad andaluza como puente entre continentes y motor de crecimiento económico.
Moreno agradeció la elección de Sevilla como sede del encuentro, subrayando el orgullo que supone para los andaluces acoger una cita de esta dimensión. “Tengo el deseo de que Europa e Iberoamérica trabajen juntos para construir el futuro. Y en ese camino, Andalucía es el eslabón más sólido para las relaciones entre ambos mundos”, afirmó.
El presidente andaluz destacó el atractivo de la región para la inversión internacional, con más de 3.000 empresas de capital extranjero actualmente implantadas en el territorio, el 87% de las cuales prevé mantener o aumentar sus inversiones. Además, más de 90 empresas iberoamericanas ya operan en Andalucía, lo que demuestra la confianza creciente en este entorno.
Moreno atribuyó este dinamismo a un conjunto de políticas orientadas a la atracción de talento y capital, entre las que enumeró seis bajadas de impuestos, una decidida reducción de la burocracia, el impulso a proyectos estratégicos a través de la Unidad Aceleradora, y el desarrollo de un ecosistema innovador en torno a sectores clave como el agroalimentario -el más potente de Europa, aseguró- y las energías limpias, donde Andalucía avanza con paso firme para convertirse en una gran productora y exportadora para Europa.
En términos macroeconómicos, Moreno recordó que Andalucía ya es la tercera economía de España y la duodécima de Europa, con un tejido empresarial en el que el 80% de las compañías registradas en la Seguridad Social tienen origen andaluz. Además, hizo énfasis en el dato de empleo conocido ese mismo día: la comunidad ha generado el 40% del empleo creado en España.
En este sentido, calificó de “hito histórico” haber bajado de la barrera de 600.000 parados, alcanzando el mejor registro desde hace diecisiete años. “Esto significa que las políticas económicas que se han puesto en marcha están funcionando, y que caminamos con determinación hacia el objetivo de crear medio millón de empleos desde 2019”, concluyó.
Conectar continentes para construir oportunidades
Para continuar la jornada, el presidente del Grupo AZVI, Manuel Contreras, protagonizó una de las intervenciones más significativas del panel “Conectamos continentes, construimos oportunidades”. Con una mirada directa al papel estratégico de América Latina para las empresas españolas, defendió la necesidad de reforzar la alianza entre ambas regiones.
Contreras recordó que fue en 1995 cuando su grupo empezó a plantearse la internacionalización. Aunque los primeros pasos en países como Polonia y Turquía no resultaron exitosos, el punto de inflexión llegó con su participación en la construcción de un aeropuerto en Chile. “Fue un éxito en todos los sentidos. Desde entonces, Iberoamérica ha sido nuestra salvación en los momentos malos en España”, afirmó. Y añadió: “Seguiremos potenciando esa unión en el futuro”.
En su intervención, subrayó que Occidente necesita a América Latina para competir en el nuevo escenario global. “Es una región llena de oportunidades, que cada vez atrae a más países europeos”, señaló. Reivindicó además la colaboración empresarial como vía para superar el hándicap de tamaño que enfrentan muchas compañías latinoamericanas, y pidió trasladar esa cooperación al plano institucional para garantizar seguridad jurídica que facilite los grandes proyectos.
En línea con esta visión, Núria Vilanova, presidenta de CEAPI, identificó los sectores estratégicos sobre los que debe apoyarse esta conexión entre continentes: minería, agroindustria, turismo, energía y educación.
Desde el sector financiero, Carmen Gutiérrez, responsable global de Family Office del Banco Santander, apuntó que el Covid y las tensiones comerciales internacionales han dejado claro que hay que diversificar y fortalecer alianzas desde Europa con Iberoamérica. “Es una región que hoy está mejor preparada que nunca, con reservas altas y capacidad de resiliencia”, aseguró. Además, destacó la creciente transferencia de inversión hacia América Latina, también en áreas como la tecnología.
Por su parte, Sergio Díaz-Granados, presidente ejecutivo del Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF), reclamó inteligencia estratégica para que la región avance con paso firme entre las grandes potencias. Apostó por consolidar alianzas con Europa sobre la base de valores compartidos y mostró su confianza en que se logre un acuerdo entre la UE y Mercosur, como vía para dinamizar el empleo y el comercio.
Díaz-Granados también subrayó la importancia de la próxima 4ª Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo de la ONU, que se celebrará en Sevilla del 30 de junio al 3 de julio, como “una oportunidad histórica” para atender desafíos clave como la pérdida de biodiversidad. “Han pasado diez años desde la última cumbre de este tipo y las prioridades han cambiado radicalmente. América Latina estará presente”, concluyó.
Cox, un caso de éxito
Enrique Riquelme, presidente del Grupo Cox, presentó la trayectoria de esta compañía española que se ha consolidado como un referente mundial en la gestión eficiente del agua y la energía verde, con operaciones en cuatro continentes. Fundada con una visión tecnológica e innovadora, Cox se ha especializado en desalinización, reutilización y tratamiento de agua, así como en la generación, almacenamiento y transmisión de energía limpia. Su liderazgo global se refleja en una cifra contundente: gestiona el 10% de la capacidad mundial instalada en desalinización, con proyectos emblemáticos en Oriente Medio, el norte de África y Latinoamérica.
Uno de los hitos recientes de la compañía ha sido su salida a bolsa el 15 de noviembre de 2024, un paso que, en palabras de Riquelme, “manda un mensaje claro de transparencia, crecimiento sostenido y ambición de futuro”. La firma cuenta con un ambicioso plan estratégico hasta 2028, denominado Apollo, con el que prevé invertir 3.200 millones de euros para reforzar su presencia internacional en los 34 mercados donde ya opera. “Queremos seguir generando valor, captando talento y apostando por sectores clave para el desarrollo sostenible”, afirmó.
El punto de inflexión, explicó, llegó en 2014, cuando el grupo decidió integrar activos de Abengoa, una apuesta estratégica que permitió a Cox acelerar su expansión global. Desde entonces, su enfoque ha sido claro: crecer con orden, desde una planificación sólida, consolidando posiciones en sectores decisivos como la energía y el agua. “El almacenamiento será uno de los ejes clave del futuro”, adelantó Riquelme, mencionando el desarrollo del proyecto Malta, una planta para el almacenamiento energético de larga duración.
La intervención de Riquelme cerró la jornada con un mensaje optimista sobre el papel que empresas como Cox pueden desempeñar en los grandes desafíos globales: aportar soluciones concretas, sostenibles y escalables para un mundo que necesita garantizar el acceso a recursos básicos sin comprometer el futuro del planeta.
Las empresas familiares
En el panel “Retos de la empresa familiar”, los ponentes coincidieron en que la transición generacional sigue siendo uno de los desafíos más sensibles de este modelo empresarial, pero también una gran oportunidad para consolidar proyectos a largo plazo. El co-presidente del Grupo Barceló, Simón Pedro Barceló, defendió que el traspaso de responsabilidades debe hacerse con naturalidad. “La clave está en que quien debe dejar paso quiera hacerlo. Parece sencillo, pero no siempre lo es”, señaló. En su caso, explicó que el relevo está contemplado incluso en los estatutos de la compañía, y que cada familia debe encontrar sus propias fórmulas.
Barceló también detalló el sistema interno con el que gestionan la incorporación de familiares al negocio: una comisión de Recursos Humanos supervisa de forma periódica el rendimiento de los miembros de la familia que trabajan en la empresa. “Puede generar tensiones, pero es una manera más justa de funcionar”, apuntó. De cara a la cuarta generación, el grupo ha establecido que todos sean accionistas y que, a partir de ahí, se organicen para formar el consejo, incorporando además asesores externos y promoviendo la transparencia en la gobernanza.
Desde Grupo Hotusa, Marina López consideró que la empresa familiar tiene la responsabilidad de anticiparse a los cambios y afrontar el relevo generacional como una etapa de transformación positiva. Apostó por crear espacios de innovación y libertad, y formar talento desde dentro para garantizar que los valores tradicionales permanezcan conectados con el futuro.
Por su parte, Vicente Boluda, presidente ejecutivo de Boluda Towage, subrayó que el proceso de sucesión debe partir del “entendimiento y el respeto”. Alertó del riesgo de que la nueva generación entre con exceso de ímpetu o de que la saliente no haya asumido su retirada. “No se trata tanto de una sustitución como de una sucesión”, matizó. Tanto él como Marina López coincidieron en la importancia de tener normas claras para la toma de decisiones y de medir la eficacia familiar a través de los resultados reales de la empresa.
Las mujeres toman la palabra
En el contexto del VIII Congreso Iberoamericano, una de las reflexiones más potentes surgió en torno a la voz de los jóvenes y el papel de las mujeres en el liderazgo político y empresarial. La historia de Keiko Fujimori, presidenta del partido Fuerza Popular, presente en Sevilla como invitada especial, sirvió como ejemplo de la complejidad, la responsabilidad y la resiliencia que implica ocupar espacios de poder desde edades tempranas. A los diecinueve años, asumió el rol de primera dama de Perú, y desde entonces ha vivido una intensa trayectoria pública, marcada tanto por la influencia como por la controversia, que incluso la llevó a pasar por la cárcel.
Su presencia en el Congreso, más allá de cualquier posicionamiento político, puso sobre la mesa la necesidad de abrir espacio real para las nuevas generaciones, especialmente para las mujeres jóvenes que asumen retos en entornos adversos. Frente a los grandes desafíos de Iberoamérica —desigualdad, informalidad laboral, fragilidad institucional—, el impulso de voces diversas y experiencias vitales transformadoras no es solo deseable, sino imprescindible. Porque construir el futuro exige hacerlo con quienes ya están dispuestos a tomar la palabra.
Inclusión desde la formación y el trabajo
El panel “Educación y empleo” dejó claro que estas dos áreas no solo son herramientas de desarrollo, sino factores esenciales para la cohesión social y la libertad individual. Así lo defendió Ana Botella, presidenta de la Fundación Integra, quien señaló que “educar y generar empleo es hacer personas más libres y menos manipulables”, algo especialmente relevante en el contexto actual de Iberoamérica. A su juicio, se trata de los dos principales compromisos que debe asumir cualquier Gobierno, ya que representan un verdadero “ascensor social” y preparan a los ciudadanos para afrontar los constantes cambios del entorno.
Botella puso el foco en la colaboración público-privada como vía efectiva para generar impacto real en materia de empleo, sobre todo para personas en situaciones vulnerables. Desde su fundación, explicó, se trabaja en dar segundas oportunidades laborales a quienes han atravesado contextos difíciles, con la premisa de que las circunstancias vitales no deben condicionar para siempre la trayectoria profesional. En este sentido, también abordó la importancia de una formación continua adaptada a los retos tecnológicos y demográficos, y pidió facilitar el acceso al empleo a los inmigrantes regularizados, como parte de un proyecto común.
Por su parte, Narciso Casado, secretario permanente del Consejo de Empresarios Iberoamericanos (CEIB), reforzó esta visión señalando que educación y empleo son las mejores herramientas de inclusión social. Alertó sobre el riesgo de que la falta de oportunidades genere “desafección” hacia el propio país, especialmente entre los jóvenes. Frente a ello, pidió pasar de las palabras a los hechos, con medidas concretas en empleo juvenil, emprendimiento, formación mixta y reducción de la informalidad laboral. También subrayó el valor estratégico del idioma español como activo común que permite generar sinergias empresariales y culturales a ambos lados del Atlántico.
Transición energética y oportunidades
En el coloquio "Recursos para el presente y el futuro", los participantes reflexionaron sobre los desafíos que enfrenta la transición energética, especialmente desde la óptica de los sectores minero e industrial. Javier López, presidente ejecutivo de Ferroglobe, advirtió que esta transformación requiere grandes cantidades de energía y materiales, lo que implica una complejidad logística y económica que a menudo se subestima. Por su parte, Roque Benavides, presidente de Minas Buenaventura de Perú, alertó sobre la inminente escasez de cobre, un recurso esencial para las tecnologías limpias. “En cinco años no habrá suficiente”, aseguró, subrayando que los recursos naturales son imprescindibles para mantener el nivel de vida actual.
Ambos coincidieron en que Latinoamérica debe ir más allá de la mera extracción de materias primas y avanzar en su transformación industrial. También reclamaron una mayor agilidad administrativa y coherencia regulatoria. López ilustró esta dificultad con el ejemplo de una presa hidráulica en Granada, cuyo proyecto sigue pendiente de permisos tras casi una década. Para Benavides, la sostenibilidad debe ir acompañada de infraestructuras e integración territorial, y cuestionó que el debate político frene el desarrollo de sectores estratégicos como la minería. “No todo puede estar condicionado por lo políticamente correcto”, apuntó.
Reto digital
La directora general de Amazon Web Services (AWS) para España y Portugal, Suzana Curic, expuso la estrategia de la compañía para impulsar la adopción masiva de la inteligencia artificial en todo tipo de empresas, dentro del apartado "Dos regiones, un reto digital". “Queremos que todas las compañías sean empresas de IA”, afirmó. AWS no plantea un modelo único, sino una arquitectura dividida en tres capas: la primera, pensada para quienes desarrollan sus propios modelos, incluye infraestructura especializada y chipsets propios, con un enfoque en eficiencia de costes y sostenibilidad.
La segunda capa -clave en la democratización de la IA- está orientada a que empresas de cualquier tamaño puedan acceder a modelos fundacionales de alto rendimiento, con capacidad de adaptación a distintos casos de uso. “Nuestros clientes no quieren soluciones genéricas, sino poder elegir”, señaló Curic. Para ello, AWS ha desarrollado una API que integra múltiples modelos de lenguaje, una herramienta que, según indicó, está ganando peso en el mercado.
En el panel “Innovar para proteger”, Stefan Konrad, director general de Verisure en Latinoamérica, abordó el creciente desafío de la inseguridad en la región, que —a diferencia de Europa— se percibe no solo en los hogares, sino también en el espacio público. Ante esta realidad, defendió una apuesta firme por la innovación tecnológica adaptada a cada país.
Konrad explicó que Verisure se basa en cuatro pilares: tecnología propia impulsada por IA, calidad del servicio con equipos especializados, cuidado del talento interno y un fuerte compromiso social. Entre los principales retos mencionó llevar los avances tecnológicos a los mercados latinoamericanos, incorporar soluciones ante emergencias sanitarias y climáticas, y reforzar la colaboración público-privada, aún incipiente en varios países de la región.
Trump, en el foco
La decana del Instituto de Estudios Políticos de París, Arancha González Laya, alertó sobre las consecuencias globales que podrían derivarse del posible regreso de Donald Trump al poder en una parte de la jornada llamada "Más Iberoamérica". A su juicio, sus políticas ya han provocado una volatilidad económica superior a la de crisis recientes como la del Covid o la financiera de 2008, además de generar inestabilidad geopolítica y una presión creciente en materia de seguridad. También advirtió del riesgo que supone el deterioro de la democracia, pilar esencial de las economías abiertas y las sociedades libres.
En clave iberoamericana, González Laya llamó a construir resiliencia interna y puentes estratégicos hacia el exterior, con reformas que mejoren la productividad, reduzcan la vulnerabilidad fiscal y consoliden el empleo formal. Defendió la importancia de reforzar los lazos con Europa y pidió evitar una ruptura económica con China, apostando por una relación funcional. A los jóvenes les dejó un mensaje directo: “Hay que ser activistas por Iberoamérica”.
Carlos Díaz-Rosillo, presidente del Adam Smith Center, ofreció una visión distinta sobre Donald Trump, al que calificó como “una persona predecible”, pese a la percepción general. Afirmó que su uso de los aranceles no responde a razones económicas, sino políticas, y que lleva más de cuarenta años defendiendo públicamente esta estrategia desde su etapa como empresario.
Según Díaz-Rosillo, Trump concibe los aranceles como herramientas de presión, tanto para exigir reciprocidad fiscal, como para proteger la seguridad nacional frente a China, incentivar el regreso de empresas a EE. UU., recaudar ingresos o forzar concesiones en negociaciones internacionales.
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