Semana Santa de Córdoba 2025: cuando la incertidumbre se convierte en tónica
La lluvia se empeña en ser protagonista y solo respeta el Jueves Santo provocando el resto de jornadas suspensiones de procesiones, retrasos y ritmos acelerados para llegar a los templos
El Resucitado se reencuentra con Córdoba en un día gris pero lleno de gloria

Córdoba/Incertidumbre: inseguridad, inquietud, desasosiego, indecisión, vacilación, duda, recelo, sospecha, incerteza. Incertidumbre, un término perfecto para definir gran parte de lo vivido en Córdoba desde el Sábado de Pasión, día en que hizo acto de presencia ese temido elemento que en la calle es veneno para los pasos procesionales, la lluvia.
En resumen, tras las prórrogas o venias pedidas, la O se atrevió a salir y acabó mojada antes de su vuelta al templo. Las Lágrimas del Figueroa se volvió antes de tiempo. El Traslado a Sepulcro se quedó en la casa de la hermandad de la Estrella y cuando dejó de llover salió de vuelta a la iglesia. A la Sangre de El Higuerón también la perjudicó la lluvia y la Presentación al Pueblo se vio asimismo obligada a acelerar el paso para llegar por el camino más corto para volver a su iglesia de San Vicente Ferrer, en Cañero.
También hubo prórrogas el Domingo de Ramos, la primera en pedirla por las gotas que caían a la hora señalada de su salida, la hermandad del Rescatado. La jornada comenzó, como es tradicional, con la Entrada Triunfal, conocida popularmente como la Borriquita, corporación que abrió las puertas por primera vez de la Semana Santa desde la iglesia de San Lorenzo.
A pesar de que esa lluvia hizo acto de presencia a primera hora de la tarde, las hermandades pudieron realizar sus salidas procesionales tras la petición de alguna que otra prórroga más y de que por ello se retrasara una jornada en la que, además, la Vera-Cruz, por esas modificaciones transitó antes que el Rescatado por la carrera oficial.
El Lunes Santo, jornada aciaga. La lluvia frustró la salida del Remedio de Ánimas; y Sentencia y Via Crucis tampoco se arriesgan a poner sus pasos en la calle, mientras que la Merced y La Estrella sí lo hicieron y se vieron obligadas a resguardar sus pasos en la Mezquita-Catedral interrumpiendo sus estaciones de penitencia en el primer templo de la Diócesis.
Hasta el momento las inclemencias meteorológicas habían sembrado la incertidumbre en la Córdoba cofrade y siguieron sembrándola. Incertidumbre que se vivió también en el inicio de la jornada del Martes Santo, en el que el Císter decidió suspender su estación de penitencia, mientras que la Universitaria Buen Suceso, Agonía, Santa Faz y Prendimiento se atrevieron a completar las suyas a pesar de la amenaza.
El Miércoles Santo fue la primera jornada de la Semana Santa 2025 en la que todas las cofradías de la jornada (Piedad, Pasión, Perdón, Calvario, Paz y Misericordia) realizaron sus estaciones de penitencia a partir de la hora fijada y en la que la lluvia también apareció para dejar a la hermandad de La Piedad de las Palmeras en la Mezquita-Catedral. Mientras que el Jueves Santo fue por fin un día redondo en la Semana Santa 2025 de la ciudad, un día en el que la lluvia no hizo acto de presencia y en el que todas las hermandades (Nazareno, Sagrada Cena, Caído, Caridad, Cristo de Gracia y Angustias) pudieron cumplir con el guion previsto.
El Viernes Santo fue, tras el Jueves Santo, un día en el que todas las hermandades de la jornada realizaron sus estaciones de penitencia en una ciudad completamente entregada (Buena Muerte, Expiración, Conversión, Descendimiento, Dolores y Santo Sepulcro). No obstante, la lluvia también hizo acto de presencia en la jornada.
Las consecuencias de todos esos días de incertidumbre: un Sábado Santo atípico en el que las calles de Córdoba asistieron y fueron el escenario de la vuelta a sus templos desde la Mezquita-Catedral, con cortejos sin nazarenos, con cortejos procesionados de paisano, de los pasos de la Merced y de la Estrella.
La incertidumbre también volvió a ser protagonista el Domingo de Resurreccción. Mientras en el exterior de Santa Marina se abrían paraguas. En el interior la hermandad del Resucitado pedía una prórroga o venia de 30 minutos a la espera de que Jesús resucitado ordenara a las nubes que se marcharan. Las nubes obedecieron y, aunque con retraso, Cristo y María Santísima Reina de la Alegría iniciaron su estación de penitencia en esta Semana Santa 2025 en la que reinó la incertidumbre.
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